Cuentos Infantiles

Vivimos en un mundo lleno de materialismo y consumismo. Poco a poco se van perdiendo los valores humanos y se incrementa la violencia en nuestra sociedad.

La educación comienza desde la edad temprana en el seno del Hogar, pero la falta de recursos para participar de una buena educación, esta afectando negativamente a nuestras familias y por ende a nuestros niños; En consecuencia, la carencia de valores destruye día a día nuestra sociedad.

Estoy convencida, que a través de la literatura podemos inculcar principios en los pequeños a través de historias asombrosas que lleven al niño a un mundo mágico lleno de diversión y color. Mi objetivo, es llenar sus corazones con mensajes formativos y positivos que transformen su entorno.

Cada historia es creada con todo el amor esperando que trascienda en sus vidas para construir una sociedad mejor.

Si lo puedes creer

LO PUEDES CREAR

Cuentos de la Mamá Gallina

¨Cuentos de Mamá Gallina ¨ Es una recopilación de cuentos infantiles para leer cada día, dirigido a niños entre los 4 y 10 años. Sus historias están llenas de amor, diversión y sabiduría, con el fin de formar principios morales en ellos.

Los niños se sienten identificados con los personajes logrando un aprendizaje creativo y eficaz.

Cada situación vivida es apremiante y el resultado de los errores cometidos es educativo, dejando un mensaje que invita a la reflexión y toma de consciencia en los pequeños.  

¨Los valores¨ Son parte esencial para construir una sociedad en equilibrio y armonía.

Educar a nuestros niños es el primer paso para lograrlo. Porque es en ellos donde esta el futuro de nuestra civilización.

Beto La Lombriz

Beto era un gusanito muy gordito que vivía a orillas del rosal, y desde muy pequeño creció con las lombrices quienes lo adoptaron en su familia como hermano.
Beto soñaba con volar, por lo que todos los bichitos lo molestaban. Pero a Beto esto no le molestaba, pues se la pasaba todo el día mirando el cielo.

-¡Un día volaré muy alto! -decía Beto emocionado.
Sus hermanas las lombrices se burlaban de él al escucharlo.
-Estas loco Beto, eres una lombriz ¡Deja de soñar!
Pero Beto no se rendía. Todos los días se subía con gran dificultad a la rama más alta y se arrojaba desde lo alto esperando volar.

-Beto, ¡baja de allí! -gritaba su amiga la abejita.
-No, ¡Esta vez lo lograré! ¡No me rendiré! –decía Beto optimista. Pero por mas que movía sus bracitos no volaba y siempre caía al suelo.
-Jajajaja reían sus amigos, burlándose de él.
-Confórmate con lo que eres, ¡Deja de soñar! – decía el grillo.
-¡Un día lo lograré! ¡Ya lo verán!.. -decía Beto levantándose del suelo.
Hasta que un día, Beto no apareció y sus hermanas preocupadas comenzaron a buscarlo -¿Has visto a Beto grillo? -preguntaba una de las hermanas lombrices.
-No. Desde ayer no lo veo. – contesto el grillo.
-¿Estará trepando alguna rama para intentar volar? -decía la araña.
Todos preocupados, comenzaron a buscar a Beto.
-¡Betooo! ¿Donde estas? -gritaban sus hermanas las lombrices.
-¡Betoooo! De pronto divisaron en lo alto, una bola verde viscosa colgando de una rama.

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¿Qué es eso? -preguntó la abejita.
–¡Se parece a Beto! –dijo el grillo. -¡tiene el mismo color de él! Todos preocupados se acercaron para ver claramente de que se trataba la misteriosa bola.
-¡La bola se tragó a Beto! ¡Cuidado! –gritó el grillo.
De pronto la bola se empezó a abrir y lentamente salieron unas enormes y bellas alas rojas.
-¡Wow! -exclamaron todos.
Poco a poco fue saliendo una bella mariposa, y al darse vuelta todos se llevaron una gran sorpresa:
-¡Soy yo amigos! Miren mis hermosas alas! –les dijo Beto sonriendo.

-Les dije que un día iba a volaaaaaarrr….. y se arrojó al precipicio.
y ante el asombro de todos Beto voló.
Todos se quedaron boquiabiertos mirando con asombro a su amigo Beto volar convertido en mariposa.

La araña que era muy sabia les dijo:
- Quien lo hubiera creído… ¡Beto en realidad era una oruga!
- Y las orugas cuando crecen se convierten en mariposa.
- Y todos pensábamos que era una lombriz gorda, jajaja –dijo el grillo . Todos se rieron y se sintieron muy felices por su amigo.

La verdad es que Beto se crió en el rosal, creyendo que era una lombriz. Pero él siempre en su corazón supo que podía volar, porque creyó en él y no dejó de soñar.

 

R.P.I.   957609

 

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